Cuando tienes una familia chiquita, o una familia larga, mascotas o suegra se hace difícil encontrar un evento donde todos son admitidos o se encuentren a gusto. Y aunque es extraño que esta sea la primera impresión que comparta sobre el primer Festival de Hamburguesas de República Dominicana, el Burger Fest RD, la verdad es que impresiona al llegar la organización, la pluralidad y la variedad de la oferta gastronómica y de espacios que ofrece este evento convirtiéndolo en un evento de disfrute para toda la familia.
Llegamos a La media cancha el sábado 6, primer día del Burger Fest RD, y apenas alrededor de las 7:20 pm ya se habían vendido 1,600 mini-hamburguesas. Rápidamente nos registramos y dimos algunas vueltas para conocer las propuestas gastronómicas de los 22 restaurantes participantes y así tener una idea aproximada de la cantidad de tickets a comprar.
El Burger Fest RD fue pensado en el formato degustación con mini-hamburguesas y bocadillos. Ese formato nos dió la oportunidad de satisfacer varios antojitos de los que entran por los ojos sin llenarte demasiado. Cada local participaba con 3 ó 5 platos y los precios de los tickets oscilaron entre los RD$125 hasta los RD$300.
Una noche de decisiones difíciles
Buena música, la gente caminando entre casetas que competían por tu atención, colas muy largas y otras casetas casi vacías pero con un menú muy interesante. Llega el momento en que o te dejas llevar por las largas colas que exhiben algunos de los puestos, señal inequívoca de que ahí “se cocina algo” bueno, o bien por el menú detallado de los platos que ofrecen cada uno.

Yo me decidí por la segunda opción y comencé con la oferta de Ofos Food Trcuk: un Chimi muy particular porque viene coronado con un huevo a la plancha y varias salsas que mojan por fuera todo el pan. Una propuesta atrevida en la presentación y sabor pero manteniendo la esencia del chimi tanto en el pan de agua como en la carne a base de embutido. De Ofos también probamos el Pirrindinra: Chorizo ahumado, pan Manchego, cebolla y guanábana confit. Se la buscaron con estas dos propuestas, atrevidos y muy creativos.
Gallo Pinto se lució con el Fondue Burger, un slider suculento y sofisticado. Hubo otras propuestas que hacían que los ojos se salieran de su órbita como las suchi hamburguesas que sustituía el pan por 2 tapas de arroz y la carne por aun, salmón, surimi o camarones. Aunque fue el que menos me gustó, por los cortes muy grueso del salmón y lo poco practico que resultó comerlo, fue uno de los más vistosos y bien presentado. También nos dimos nuestros respectivos quipes de la gente de Tu Quipe y par de sliders de los amigos de Cultura Cervecera.

Y pasó lo inevitable, faltó estómago para tantas opciones a probar en una sola noche y me sobraron tickets porque la verdad es que compré con hambre y emoción. Felicitamos a los organizadores del Burger Fest RD no solo por las casi 10,000 sliders que se vendieron en esos dos días, sino por preparar un ambiente tan chulo donde los chiquitos podían divertirse en los inflables, en la cancha, los más grandecitos pateaban pelotas sin parar y los adultos se daban su fría y recordaban otros tiempos entre sliders y conciertos.
Esperamos que eventos como este sigan realizándose porque la gente está ávida de esparcimiento familiar y porque la competencia motiva la optimización y echa a volar la imaginación.