
No me gusta confesarlo, pero si dentro del mundo del buen comer tendría que abanderarme a algún bando, ese sería al de los carnívoros bucaneros, y como tal, hace unas noches al salir de mi iglesia buscaba un lugar donde comer carne a buen precio (cosa un poco difícil) y me topé con Carne y Carbón, una parrillada improvisada en uno de los parqueos de casa Ivelisse al estilo food tuck.
Me llamó la atención la informalidad del ambiente, el olor de la carne y la facilidad de parqueo, algo complicado en plena Gustavo Mejía Ricart. Nos sentamos en nuestra mesa con la felicidad que ofrecen las cosas simples y de inmediato nos presentaron el menú, formal y amplio para lo que habíamos visto del lugar.
Por suerte nos tocó una degustación de bolitas de queso y croquetas de pollo recién hechas. Las croquetas estaban buenas, croquetas auténticas con trocitos de pollo y todo. Tengo que recalcar lo de “auténtica” porque no es un mito para nadie que aquí las croquetas son solo harina con sabor a pollo, por eso donde encuentro una auténtica croqueta de pollo, lo menciono.
Nos recomendaron lo más pedido: el Angus Bacon cheese con cebolla caramelizada y las costillitas. Del primero tengo que decir que intimida por la altura, pero sobre todo por el grosor de la carne. La carne, protagonista indiscutible, hace honor a la calidad que promete en el nombre; de buena cocción y sabor distinto al que solemos encontrar en las carnes a la parilla. Es un sabor casero, peculiar y agradable, que te hace pensar en las hamburguesas que uno prepara en casa y de hecho, es una formula familiar, Joel, su propietario, nos contó que se decidió a abrir este negocio porque cada domingo las parrilladas en su casa se hacían más grande y se hizo un experto en costillitas, que fue el otro plato que probamos; pero antes de entrar a las costillitas, quiero mencionar la calidad del pan y la frescura de los vegetales. Hamburger recomendado y más aún después de algunos tips que compartimos con Joel para mejorar la experiencia.

Joel dice que Bocatips es de poco comer, honor que me hace, pero la verdad es que el medio rack de costillitas me sirvieron fue más que suficiente para mi. Deliciosas, súper suaves, frescas y con bastante carne. Salen acompañadas del puré de la casa que tiene un sabor y textura que le encantó a mi esposo, quien me reclamó “por qué los míos no quedaban así”. Joel, nos guiña un ojo y nos dice que es otra de sus formulas familiares.

Volvería a probar la alitas y los hot dogs, que me encantan. También volvería para probar la pechuga con vegetales, que lucía muy bonita y un churrasquito.
Que bueno encontrar lugares como estos, informales, céntricos, con carne de calidad y buenos precios.
Tip: carne, parrilla, carbón y un rico olor familiar
1 thought on “Carne y Carbón, parrillada casera al estilo food truck”
esto está pa’ mi hijo León, quien es CARNÍVORO de nacimiento y convicción, aunque la novia (con paciencia milenaria) lo está enseñando a disfrutar algunos vegetalitos…