Pues, está bien, vamos a Don mofongo y de To’!!
De camino mi boca se va haciendo agua y en mi mente veo clariiiito un pilón con una moña de mofongo…a eso le llamo yo “condicionamiento clásico criollo”, condicionamiento que vino a desactivar la creatividad del equipo de Don mofongo y de To’…porque, ¿quién dice que el mofongo es sólo de plátano y de chicharrón?, si usted es de lo que piensan así le recomiendo que vaya a tomar una terapia para romper esquemas en este lugar donde, hasta el aire, está cargado de imaginación.
La entrada, cortesía de la casa, rompe el hielo de inmediato dejando el paladar anhelante y los ojos inquietos. Se trata de unas batatas fritas acompañadas de salsa tártara, yo las prefiero solo con sal. Me parece una entrada muy sencilla y auténtica que se aleja del clásico pan tostado y que hace honor al desfile de víveres que viene más adelante.
Una vez tenga el menú en mano se dará cuenta que no es tan simple como leer y ordenar.
No, aquí usted tendrá que explicar “su versión” de mofongo y poner a volar su imaginación. Pierda el miedo, póngase creativo y arme su mofongo con plátano verde, plátano maduro, yuca, batata, guineito o combine así: plátano verde y plátano maduro; plátano maduro y batata; o yuca y batata…, pero espere!, ahora falta decidir si quiere su mofongo con chicharrón de cerdo, con chicharrón de pollo, con tocineta o queso danés. Para llegar a la meta final solo le falta elegir su guarnición: longaniza, res frita, cerdo frito, mix de carnes, molleja de pollo y ropa vieja.
Yo me decidí por un mofongo de yuca y chicharrón (esa imponente foto que da inicio al post), como guarnición: longaniza. Sentí un poco de angustia al pensar que quizás no era la mejor elección, pero la angustia se transformó en sorpresa cuando, al contacto con el tenedor, el mofongo se hizo migajas o“boronas” crocantes y deliciosas.
La textura es distinta al mofongo de plátano y el sabor también, este es menos condimentado y por momentos puedes sentir ráfagas dulce que se complementan de maravilla con el particular sabor del chicharrón.
Soylo Rubio, dueño de Don Mofongo y de To’, me explicó que la yuca se frie y luego se maja con el chicharrón que es hecho por ellos mismos, al igual que sus longanizas que muy pronto serán hechas “en casa”, las de ahora igual son ricas. Los mofongos también salen con un caldito espeso, paro los que, como buen dominicano, les gusta “salsear” la comida.

Creo que debí comenzar haciendo la más sabia recomendación de todas:
-Vayan en grupo y así pueden probar varias combinaciones.
Ese ejemplar que acaban de ver es el de plátano maduro con tocineta, señores… !un e’cándalo!!, sorprende tanto o más que el de yuca y además de sorpresa da seguidilla; ideal para los que no les gusta el chicharrón pero aman la comida bien condimentada. Aqui está presentado con carnita frita, pero yo lo recomiendo con ropa vieja, la cuál preparan divinamente suave, jugosa y sabrosa.
Como pueden ver los mofongos no están “limitados” a un pilón, aqui la cantidad es para desabrocharse los pantalones o ir muerto de hambre. Las porciones son generosas tanto de mofongo como de guarniciones. Excelente relación: precio-calidad- cantidad, oscilando entre RD$240 a RD$250 según la combinación.
Señores, disculpen que haya sido una glotona mal educada y no les presentara los platos en el orden en que van.
Me refiero a las famosas entradas, reinas de la casa, las Mini nalguitas del Don, plato exclusivo de Don mofongo y de To’, herencia del Cibao, donde Soylo confiesa haber conocido esta delicia de nombre irreverente.
Se trata de un bocadillo artesanal en forma de canastita, hecho de plátano verde y relleno según su elección de lambí, cangrejo, mix de pollo y res en salsa pomodoro, y de longaniza con danes. Las Mini nalguitas tienen la gracia de comerse con las manos, no se humedecen con el relleno, y las orillas se mantienen crocantes. Si me ponen a elegir me quedo con el relleno de cangrejo, pero me cuenta Soylo, que la de longaniza con danés es otro “e’candalo”. Este plato es definitivamente un “must” del lugar y vienen en servicio de cuatro Nalguitas. Los precios oscilan entre RD$165 y RD$ 210.
Y como no sólo de víveres y chicharrón vive el hombre, Bocatips quedó pendiente de probar los caldos: sancocho, mondongo, patimongo y cocido que son servidos en un calderito muy gracioso y que además promete no dejarlo con hambre.
Salí de Don mofongo y de to’ más que llena, satisfecha de ver cómo reconocemos y aprovechamos el valor de nuestra gastronomía criolla y cómo la creatividad innata que nos caracteriza no tiene límites.
Tip: Le invito a que no se pierda, como dominicano al fin, esta fiesta criolla donde los víveres y el chicharrón se roban el show. Pruebe, saboree y recomiende.
1 thought on “Cuando los víveres y el chicharrón se majan en el pilón de la imaginación: Don mofongo y de to’”
Totalmente de acuerdo con todos tus comentarios, me gusto mucho Don Mofongo 😀
Jose Miguel