Emociones y logros que te hacen gritar ¡Yupiii! grité cuando recibí ese diploma, sí señor!, he finalizado mi master en comunicación y periodismo gastronómico.
Pensar que hace poco más de nueve meses me embarqué en este retadora aventura que coincidiría, aun sin saberlo, con mi primer embarazo, me hace mirar en retrospectiva y recordar esa primera emoción cuando me comunicaron que gracias al trabajo realizado en este blog había ganado media beca. Recuerdo aquel correo y la sorpresa con que lo conté a todos… Yupiii! tan solo haberme ganado la beca significó para mi un gran logro. Di gracias a Dios por bendecirme de esa manera.
Nuestro primer bebé latía
No pasaría más de un mes cuando recibí mi segunda, pero sin lugar a dudas, la más significativa de todas las emociones. La prueba china que habíamos comprado en la farmacia aquella mañana, aún titubeantes, no se equivocó: nuestro primer bebé latía desde hace unas semanas en mi vientre. Mi esposo y yo agradecimos a Dios con lágrimas compartidas que rodaban por las mejillas. Un nuevo yupiii!! permaneció par de semanas entre mi familia y amigos.
Fueron más de nueve meses de mucho aprendizaje, de mucho leer y otro tanto más de escribir. Meses con nombres claves a quienes agradecer el pago del resto del Master. Marco, Daguito, mami, gracias por confiar, gracias por creer.
Tras cada módulo, un nuevo talento Dios descubría frente a mi, una nueva puerta se abría. Llegaron las fotos en portadas de revistas, llegaron las publicaciones de artículos en revistas locales, la participación en programas de radio y tv, pero sobre todo llegó la certeza de que podía alcanzar mucho más de lo pensado, que podía dar más y con mejor calidad, gracias a la directora del Master, Yanet Acosta, que entre temarios y sonoras carcajadas me enseñó a perderle el miedo a ese gigante que se llama “la página en blanco”.

Tras cada mes, un nuevo lenguaje también se establecía a la vez entre mi cuerpo y mi mente, nuevas sensaciones, algunas sublimes, otras bruscas e intempestivas. Un cosquilleo mágico en el vientre que se manifiesta en mi rostro con cara de asombro y en mi esposo con ojos y manos alegres de poder sentir el milagro de la vida.
Aun estoy a la espera de mi segundo y más importante logro de este año. “El diploma” aun no llega pero cada noche soñamos con él, y a la mañana siguiente nos contamos cómo era su pelo, sus ojitos y el color de su piel. Sin lugar a dudas he aprendido otro tanto con mi embarazo, leí algunos cuantos libros y paré de leer cuando era tiempo de callar la voz en mi cabeza para escuchar la voz del instinto de mujer, de mi comunión con Dios.
Mientras espero para compartir con ustedes el verdadero ¡Yupiii! de este año, agradezco todo lo aprendido y me preparo para cruzar por las nuevas puertas que ahora se abren.
2 thoughts on “Emociones y logros que te hacen gritar”
Felicidades preciosa!!
Gracias amigo.