-Vaya tranquila mi doña, que yo le echo un ojo a la guagua, que e’to por aquí e’ “moca”.

El sol de las 11:30 de la mañana se posó insistentemente en mi cara pero los brillantes colores de los murales de la calle General Cabral me encandilaron más que sol. Pasaron unos minutos antes de que pudiera identificar el rostro que nos daba la bienvenida al barrio de Santa Bárbara con tan acogedora advertencia. El niño, señaló con su dedo la dirección como la brújula que marca el norte. Luego recostó su espalda sobre uno de los murales pintados hace unos días y que había sido la causa de que mi esposo nos trajera aqui esta mañana.

Domingo en la mañana, luego de lavarnos la modorra que se aferraba a los párpados como una guasábara, cogimos “calle abajo” hasta llegar a Hoy Santa Bárbara, evento artístico que desde el pasado 23 de marzo, adoptó los muros de Santa Bárbara, uno de los barrios más antiguos de Ciudad Nueva.
Calles como la General Cabral, la Colón y la Negreta amanecen desde entonces con un colorido particular. Las tazas de café, los vasos de agua y el “chin de concon” han sido la forma de los residentes de estas calles colaborar con esta iniciativa del Centro de la Imagen, producido por Modafoca. Alrededor de diez artistas nacionales e internacionales se unieron a este proyecto de revitalización urbana para incentivar el desarrollo continuo del barrio que por su proximidad al centro histórico, permite que tanto dominicanos como turistas conozcan “otra cara” de nuestra cultura urbana.
Me encanta haber iniciado mi mañana del domingo con esta historia que habla de valores sociales, de obras desinteresadas a favor de una minoría.

Mientras contemplaba uno de los murales, con una insistente gota de sudor haciendo un recorrido por mi espalda, miraba cómo una anciana regresaba del colmado con unas cuantas “chucherías” en una de esas funditas de plástico a rayas. Caminaba con cuidado por la empinada calle, apoyándose con una mano de uno de los murales, y mientras avanzaba parecía como si sus manos acariciaran con agradecimiento aquellos coloridos muros históricos y a la vez olvidados por instituciones turísticas o culturales que no se pelearon nunca entre ellas tratando de protagonizar una acción como esta.
Las “jeepetas” se acercaban con temor, como si anduvieran perdidos buscando una dirección en el GPS del celular y por una agradable coincidencia de la vida llegaron a esas calles encantadas, como si de un bosque de “murales encantados” se tratara. Otros más entusiastas, bajaban el cristal para tomar alguna foto. La gran satisfacción es que esta era la minoría. La mayoría llegaba en bicicleta, en taxis o caminando el tramo que le impusieran las calles cerradas y en remodelación de la Zona Colonial.

Por unos días, una parte de los ciudadanos se olvidaron de los políticos y los chicharrones para comprobar que lo que se inició como un anuncio en las redes sociales, era palpable, era real, era grande, tanto como un mural y otro, y otros más.
Ya a la sombra de una mata, en un colmado de unas de las esquinas de Santa Bárbara, tomaba una botella de agua mientras miraba a los muralistas, subir y bajar de las escaleras, a mi esposo intercambiar con ellos opiniones sobre su nueva afición por los murales. Todos relajados, sudorosos y sobre todo muy satisfechos con lo logrado y la receptividad del barrio

Entendí que su tranquilidad emocional era producto “del hacer”. Tantos medios de comunicación impresos, radiales, televisivos, tanto perfil de Facebook, de Twitter y demás válvulas de escapes atiborradas de críticas al gobierno, de indignación, de pesimismo disfrazado de existencialismo y sin embargo tan pocos murales que defienden una causa social…tal vez porque los beneficiados son una minoría.
Un gran “Me gusta” para Jorge de Modafoca Angurria, Eduardo(Deseo), Poteleche, Gina Paola, Natahlie Ramírez , Bik ismo, Vero Rivera, Esteban del Valle y los que se me quedan sin mencionar justo antes de darle al botón de publicar. Gracias por la lección, de menos opinar y más hacer; por el lado divertido y hasta patriótico de hacer un bien para sentirte bien. Adelante!
