
La 5ta. Muestra de cine medioambiental dominicana, una iniciativa de la Global Foundation for Democracy and Development y la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode),ha dejado su huella en el ánimo y en los sueños de muchos, jóvenes, emprendedores, formadores e innovadores que tuvieron la oportunidad de conocer cuanto se puede lograr cuando se trabaja en equipo por aquello que es común a todos: nuestro hogar en la tierra. Fueron seis días de proyecciones, seminarios, reconocimientos y actividades sociales a favor del medioambiente que dieron otra dimensión a nuestros recursos naturales, un nuevo punto de vista sobre la relación hombre-planeta, pero sobre todo, sembraron la semilla de la pasión, el deseo de protección, el orgullo por tener tanto o más que otros en tan poco espacio, y particularmente yo, como Bocatips, puedo afirmar que se sentó las bases para la formación de los próximos patriotas gastronómicos de República Dominicana.
La proyección de Food Patriots en UNAPEC el jueves 10 de septiembre no solo alertó a los asistentes sobre el peligro que representa para la salud el abuso de antibióticos en las carnes y las semillas modificadas genéticamente, sino que los motivó a empoderarse de su alimentación. “No se trata -como afirmó Jennifer Spitz, co-productora del documental- de no comer esto o aquello, se trata de saber de dónde viene lo que estoy comiendo y de qué manera fue criado o cultivado, se trata de adoptar una filosofía de alimentación consciente para nuestra salud y para el medio ambiente que nos da esos alimentos”

-¿Quiénes, a partir de hoy se comprometen a iniciar un cambio en su hábitos alimenticios?. Esta pregunta derrumbó de forma espontánea las distancias culturales entre los espectadores de la película y sus directores, Jeff y Jennifer Spitz. Tras la cortina de brazos levantados se ocultaba un público ávido de contar sus experiencias con los huertos caseros y el auge del consumo de los productos orgánicos en nuestro país.
Las historias que escuchamos en el salón cultural de UNAPEC Bonetti-Burgos hablaban con nostalgia de aquellos tiempos cuando en las casas se sembraba para consumir y para compartir: aguacate, mango, cereza, guanábana, cilantro ancho, cilantrico, ají gustoso y perejil.

El público hizo a un lado la timidez rápidamente, -maniobra que resulta muy fácil para el dominicano- y así conocimos de un ingeniero agrónomo que siembra en su patio desde hace años productos orgánicos, sin embargo se quejaba de lo caro y a veces difícil que se hace en Santo Domingo comprar ciertos productos y herramientas que le permitan llevar su proyecto a gran escala.
Escuchamos a una chica dulce confesar cómo la película, y el alto costo de los plátanos y demás tubérculos que se venden en nuestros colmados, le motivaban a improvisar un huerto, sin embargo al vivir en un apartamento lo veía como un privilegio para los que viven en casas.

Y así Jeff y Jennifer Spitz, fueron escuchando otras historias que al final hábilmente lograban conectar en una solución común: iniciar con cambios graduales de un 10% en la forma en que consumimos. En vez salir corriendo a sustituir todos los vegetales del super por vegetales orgánicos, comprar solo algunos, o cambiar la mantequilla de maní regular, por la que es natural. De esta manera iremos haciendo un hábito saludable para nuestro cuerpo, nuestro medio ambiente y a larga para nuestros bolsillos al mantenernos alejados de las enfermedades.
Los halagos al documental, los agradecimientos a sus directores y intercambios de contactos se extendió más de lo usual. Los pequeños grupos se formaban a la salida del salón, y entre ellos, uno en especial tendría una reunión privada con los protagonistas detrás del movimiento social en el que ya se ha convertido Food Patriots. En la segunda parte de este post les compartiré los detalles de esa reunión.
La semilla del patriotismo gastronómico había sido sembrada. En lo adelante, con un poco de dedicación y abono y otro tanto más de tiempo, podremos ver los frutos de trabajar en esta generación por el cambio a una alimentación consciente con nuestro cuerpo y el medio ambiente.
2 thoughts on “Los patriotas gastronómicos de República Dominicana, (I)”
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