De Tapati siempre me han gustado sus sabores, no siempre así sus precios o sus porciones.
Pero en esta ocasión voy a contarles una historia de entusiasmo, de creatividad y de amor por la novedad.
Henry Horne, Chef de Tapati, suda pasión en cada gota de sudor, y eso se nota en sus propuestas gastronómicas. Lo percibí desde que conocí “su sazón” y sobre todo cuando rompió los esquemas con su propuesta de gasronomía de foodtruck: “chimi nights” de Moroconcoco; única temporada que comí chimis gourmets, y única petición que siempre le hago cuando lo veo:
– Henry, por favooor, retoma los chiminights!
Esta vez Henry volvió a sorprenderme, pero ahora no sólo por sus sabores, sino por el entusiasmo, que al parecer, identifica al equipo que maneja Tapati.
Un caso de estudio sobre cómo atraer influencers gastronómicos a tu restaurant.
Un día llega a mi escritorio una invitación…
-Una más, pensé.
Sin embargo una pista de lo que prometía esa invitación hizo la diferencia:
“Join us for a cooking and tasting experience”. Cocinar?!, esto parece distinto a las degustaciones que suelen hacen hacer los demás restaurantes, asi que acepté!.
Por cierto, aprovecho para dejar claro, que aunque me gustó la originalidad de la idea, no simpatizo con las convocatorias en idioma extranjero. Creo que si convocamos en RD a dominicanos residentes aquí, está fuera de tono usar un idioma extranjero.
La experiencia gastronómica inició con una particular bienvenida:
Había que colocarse un sombrero de chef y lo más curioso una venda negra en los ojos. Me encantó!.
Nos explicaron que esa noche conoceríamos los platos del nuevo menú, pero a ciegas. Teníamos que probar e identificar que tenía cada plato. Qué divertido!! Y mi mente comenzó a dar saltitos. Otros no estaban tan contentos y hacían muchas preguntas como:
-Pero y cómo voy a poder agarrar los cubiertos o saber dónde está mi plato.
Les confieso que es una experiencia interesantísima, un reto que pone a prueba los sentidos, cambia el orden en que recibes un plato y aguza tu paladar. A ciegas, lo primero que haces es apoyarte de tu olfato, como cuando en enología te invitan a descubrir las notas de una cepa y metes en la copa, de lleno, tu nariz.
Llegó el momento de que el paladar y los oídos jueguen su rol. La capacidad de escuchar aumenta, los movimientos de la lengua moviendo todo aquello de un lado a otro para confirmar la pista que dio el olfato, se escucha como si fuera Home Theater. El primero plato fue un kipe de cangrejo desmenuzado, claro que en ese momento no teníamos ni idea, pero podíamos sentir lo crocante no solo por su textura sino por sus sonidos. Al cangrejo lo identificamos gracias al paladar.
Y así fuimos probando e identificando platos: un risotto de cochinillo lechal con trocitos de chicharrón con fuerte perfume a orégano y limón, unos ñoquis de yuca con portobello y salsa de trufas.
Una vez terminada la “prueba de fuego” debíamos llenar un formulario donde podíamos sugerir un nombre para los platos degustados según la experiencia sensorial que el plato transmitió. Una forma ingeniosa de estampar en el influencer los ingredientes, sabores y nombres de los platos del nuevo menú. Mis felicitaciones.
El equipo de Tapati se las ingenió nuevamente para no dejar caer la emoción así que nos hicieron parte de una experiencia más interactiva aun: debíamos elegir una tarjeta y encontrar entre los demás comensales los miembros de nuestros equipos y así se conformaron el equipo Ceviche y el equipo Risotto. Ahora nos convertiríamos en cocineros!
Entrar a la cocina con el chef y ver cómo se prepara un plato es algo muy distinto a sólo probarlo. Una vez llega el plato a la mesa identificas conscientemente cada ingrediente del mismo, no sólo visualmente, sino también en tu paladar. Este ceviche de pulpo con batata y maíz, se fijó fuertemente en mi disco duro de experiencias gastronómicas.
Fue una noche memorable no sólo por los deliciosos platos del nuevo menú: lasagna de chorizo, pizza de masa de tinta negra de calamar con topping de calamares y hamburger de Foie, sino por la creatividad para impresionar nuestros sentidos.
Semanas después, recibí esta invitación que le daba continuidad a la experiencia vivida y que refuerza positivamente además, la imagen de marca que en mi mente se había construido sobre ellos en la experiencia anterior. Se estaba construyendo una relación restaurante-influencer que promueve la lealtad; lealtad que a su vez el influencer comunica, conscientemente o no, en sus publicaciones en las redes sociales al contar esta experiencia.
La convocatoria para el desayuno no tuvo interacción, ni misterio, solo una decoración muy apropiada para crear el ambiente de brunch y delicadas atenciones. Los platos, igual, muy buenos, acompañados de las explicaciones del Chef quien salía a “escuchar” nuestro parecer tras cada degustación. Es importante escuchar las recomendaciones y tomar de ellas lo que el chef, a su entender, crea que deba tomar en cuenta.
El nuevo menú del brunch se caracterizó por la presencia de ingredientes que transforman el desayuno en casi un almuerzo: carnes, huevos y por supuesto, pan.
Aunque el objetivo de este post no es abundar en las cualidades gastronómicas de estos platos, no puedo finalizar sin decir que los platos están altamente recomendados en cuanto a sabor, ingredientes y novedad entre los menús de brunch que solemos encontrar en Santo Domingo.
Restaurantes, tomen en cuenta este caso de estudio, añadan su propio toque creativo; diseñen y planifique bien su estrategia para atraer inlfluencers. Recuerden que es importante desde la invitación inicial, el #hashtag a utilizar, hasta la nota de agradecimiento final, que por cierto, nunca he tenido la oportunidad de recibir.
Para consultas, pueden escribirnos a bocatips@gmail.com
1 thought on “TAPATI, cuando la creatividad y la gastronomía se meten a la cocina”
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